lunes, 23 de agosto de 2010

Malinche


Los historiadores no consideran a la Malinche responsable del �xito
de la conquista espa�ola. El deseo de los espa�oles por el oro,
una epidemia de la viruela y la superioridad militar de los europeos
fueron factores importantes. Sin embargo, sus habilidades para servir
de int�rprete jugaron un decisivo papel. Sin duda, el punto culminante
de su carrera como int�rprete fue el encuentro inicial, cara a cara, entre
Cort�s y el emperador azteca Moctezuma. Particip� asimismo directamente
en numerosos intercambios entre los espa�oles y personas que encontraron
y trataron, en los que ella favorec�a las negociaciones para evitar los
derramamientos de sangre.
Muchos la consideran traidora a su pueblo.
Una vez que se aline� con la causa espa�ola, fue totalmente leal a Cort�s,
a pesar de m�ltiples oportunidades que tuvo para traicionarlo.
Despu�s de la conquista, Hern�n, quien ya ten�a una esposa en Espa�a,
concert� un matrimonio para Marina con don Juan Jaramillo, un teniente
de Castilla. Ella fue una de las mujeres ind�genas que pari� hijos de padres
espa�oles y el que tuvo con Cort�s, don Mart�n Cort�s, fue el primer mestizo
de relevancia hist�rica que eventualmente tuvo un cargo en el Gobierno.
La Malinche muri� a la edad de 27 a�os, en 1529.
En la actualidad, los mexicanos usan el t�rmino malinchista para referirse
a alguien que prefiere las cosas extranjeras y, para otros, la palabra malinche
es sin�nimo de traidor.

1 comentario:

  1. La malinche

    Marina nació en una familia noble en la provincia de Paynalla en Coatzacoalcos, en la región de Veracruz al sur de México. Cuando su padre murió, su madre se volvió a casar y dio a luz a un varón.

    Aunque Marina era la primogénita y heredera legítima, su madre y su padrastro favorecieron al nuevo bebé. Y para que el nuevo vástago fuera heredero único, su madre la regaló o la vendió como esclava y la declaró muerta.
    Antes de convertirse en propiedad del cacique de Tabasco, Marina viajó en cautiverio desde su región natal de habla náhuatl a las regiones de habla maya en Yucatán, donde aprendió dicha lengua.
    Cuando Cortés llegó en 1519 a las costas de Tabasco tras la victoria, lograda gracias al espanto que produjeron los caballos, vino la paz, que los indios hicieron, según su costumbre, entregando a las mujeres a los antiguos enemigos. Entre ellas estaba una joven mexica. Bella mujer, Malintzin, Marina o Malinche, se bautizó como Marina, la joven amante de Cortés quien a veces no tenía reposo a fin de complacerla. Las relaciones entre Malinche y Cortés fueron muy estrechas, convirtiéndose la muchacha en intérprete y consejera del conquistador.

    Una vez acabada la conquista Cortés decidió casarla con uno de sus capitanes Juan Jaramillo en algún lugar cercano a Orizaba, y de aquella unión nació su hija María, no sin antes reconocer al hijo nacido de su relación, Martín Cortés. Doña Marina, como fue bautizada por los españoles, murió misteriosamente en su casa de la calle de La Moneda, una madrugada del 29 de enero de 1529, según afirma Otilia Meza, quien dice haber visto el acta de defunción firmada por fray Pedro de Gante; quizá fue asesinada para que no declarara en contra de Cortés en el juicio que se le seguía a éste. Sin embargo, su imagen, plasmada en las coloridas láminas del Lienzo de Tlaxcala o en las memorables páginas del Códice Florentino, aún nos recuerda que ella, sin proponérselo, fue la madre simbólica del mestizaje en México.

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