Primero, hay que mencionar que desde que recuerdo, el 16 de
Septiembre se “celebraba” haciendo un puente, en el que normalmente salía de la
ciudad con mi familia, para celebrar (mas bien) el cumpleaños de mi mamá que es
un día antes, pero en cuanto a la escuela refiera, recuerdo los desfiles en los
que participaba, con globos, vestida como mexicana, con trenzas, a veces hechas
con mi cabello, otras con estambre, y como olvidar los moños gigantes, mas
grandes que mi cabeza. Teníamos diferentes actividades, como hacer nuestra
propia bandera, con papel de china y un tarugo. Previamente los maestros ya nos
habían enseñado todo lo referente a esta fecha, mientras supervisaban estas
actividades, y la celebración de los Honores a la Bandera.
De pequeña, para mí, la independencia siempre fue una
lección en la clase de Historia, algo que había que saber para poder pasar el
examen y mantener las buenas calificaciones, pero mientras fui creciendo, la
conciencia fue creciendo también, y me fui dando cuenta que no es solo un tema
mas en la escuela, ni un día que te puedas levantar tarde por que no hay
clases, si no es parte de nosotros, es parte de nuestra identidad y de lo que
somos, y todo lo que vemos el día de hoy en nuestro alrededor, es consecuencia
de eso, aunque ese mismo crecimiento de consciencia nos haya hecho ver las
cosas desde otro punto de vista, hemos logrado hacer nuestras propias
conclusiones, aceptando nuestro pasado, teniéndolo en la memoria ahora, en
nuestro presente, y en nuestro futuro.
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