miércoles, 10 de octubre de 2012

La influencia de los artistas Viajeros en la litografía mexicana (1837-1849)



Aspecto todavía poco estudiado por los investigadores del arte en el siglo XIX es la influencia que dejaron los llamados “artistas viajeros” en el ámbito mexicano de su época. Como es bien conocido, estos artistas afluyeron al país a partir de la Independencia y practicaron géneros, hasta entonces poco conocidos, en nuestra patria; tal fue el caso del paisaje y el tema arqueológico, los cuales se difunden especialmente en Europa y en los Estados Unidos. Quizá por esto, regularmente se ven sus producciones como una proyección de lo mexicano en el extranjero sin aquilatar, casi en ningún momento, el impacto que tuvieron algunas de estas obras en nuestro país, especialmente en la litografía, la cual conseguirá una de sus primeras etapas de auge entre los años de 1837 y 1847. Al realizar una investigación sobre la litografía mexicana, varias de las fuentes nos remitían al hecho de que un número importante de artistas viajeros fueron ampliamente conocidos en México en este periodo, tomándose incluso algunas de sus obras como modelo para realizar imágenes del país. En los años que van de 1837 a 1847, su influencia se hace evidente entre los litógrafos, ya que entonces, por la decadencia que atravesaba la Academia de San Carlos, los artistas viajeros no tuvieron una fuerte presencia entre los pintores. Será hasta la década de los 50, con la reorganización de la noble institución, cuando varios de estos artistas extranjeros, como el francés Eduardo Pingret o el suizo Johan Salomón Hegi,  exponen en los salones de este centro e incluso el primero llegó a impartir clases particulares a señoritas de sociedad.
Por otro lado, la escasa preparación de los dibujantes litógrafos favoreció esta influencia, pues ante la carencia de imágenes del país tanto en el paisaje como en la arqueología, los tipos y las escenas costumbristas, se tuvo que recurrir a lo hecho por extranjeros


José de Páez (activo mediados del siglo XVIII):  De mestizo e india, coyota.
 Serie Castas Novohispanas, siglo XVIII. Óleo sobre lámina, 50.2 x 63.8 cm.



Traje de mestiza de Yucatán de  F. Waldeck, , 1838


Aquí se muestra una imagen del Mercado del Parián que se ubicaba dentro de la Plaza Mayor, aunque aquí luce impecable y limpio, en sus últimos años llegó a a ser un foco de suciedad y contaminación. Al fondo se muestra la Casa del Cabildo o Ayuntamiento y a la derecha lo que fue el portal de Mercaderes 

Bibliografía


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