Nací en la zona noroeste del país, geográficamente ubicado en la frontera con los Estados Unidos, lo que culturalmente crea una relación particular, donde se comparten costumbres y es común la visita al vecino país. Esta práctica era común desde mi infancia, mis juguetes eran norteamericanos y conocía los mexicanos pero me acercaba a ellos con una lejanía sentimental, un tanto extraña ya que sabia lo que representaban pero simplemente se ubican en mi memoria como algo lejano a mi presente.
Sin embargo México estaba presente en mi idioma,en mi lengua, en mi paladar, en la cercanía con mi familia, en el pasaporte que se entregaba en la garita, en mi hogar, en mi televisión, en todo...
Únicamente que mi relación con lo mexicano hablando de productos era mas lejana, se distanciaba todo de ello, y aun así yo me sentía mexicana con una Barbie en la mano.
Sin embargo México estaba presente en mi idioma,en mi lengua, en mi paladar, en la cercanía con mi familia, en el pasaporte que se entregaba en la garita, en mi hogar, en mi televisión, en todo...
Únicamente que mi relación con lo mexicano hablando de productos era mas lejana, se distanciaba todo de ello, y aun así yo me sentía mexicana con una Barbie en la mano.
Una gran expansión territorial, yo viviendo en un pedazo de ella, gigantes monumentos simbólicos. todo inmenso para mi.
ResponderEliminarNací en una cuidad conservadora, una pequeña parte de un estado que es también parte de mi México; mi cultura, mi idioma, mis principios me fueron ensenados en mi infancia, cada tradición.
Hoy estoy lejos de ella aun que en mi mismo México aun que muy diferente por estar tan influenciada por la frontera; el recordar cada día vivido en mi infancia me hace saber en donde estoy a donde pertenezco y que seré siempre vaya a donde vaya.