La pintura de castas fue un fenómeno artístico que existió, principalmente, en la Nueva España en el siglo XVlll; intentaban representar las muchas castas, el producto de la mezcla de razas, que existían en el Nuevo Mundo. Estas pinturas reflejan la vida de la sociedad novohispana, muestran las actividades a las que se dedicaban , la ropa que usaban y el lugar donde vivían. Además macaban las diferencias de clases y mostraban un racismo justificado con el arte.
A los mestizos no se les reconocía como tales, o se les tomaba por españoles o por indígenas, sin ser aceptados totalmente dentro de ningún grupo. Los indígenas no tenían derechos, eran marginados por unos y otros, haciéndolos pasar como la peor clase, siendo ellos los verdaderos dueños de la tierra.
Mientras la sangre estuviera más mezclada su condición social y económica decrecía, no tenía posibilidades de rangos altos en el gobierno y se les pinta como una familia de problemas psicológicos y económicos, no se les consideraba "gente de bien".
El más sobresaliente en la pintura de Castas fue Miguél Cabrera, un pintor mexicano que realizó 16 pinturas de las principales castas en ese tiempo de la Nueva España.
La realización de estas pinturas se debió a la curiosidad del el rey Carlos III por conocer el desenvolvimiento del mestizaje y sus resultados, puesto que tenía una gran afición por los cuadros de castas a los que calificaba precisamente como "curiosidades" americanas.
Las pinturas demuestran generalmente una pareja y el producto de su unión, un niño o una niña, en diversas actitudes, ámbitos sociales, vestidos y comportamientos. La pareja se deriva de las tres razas más importantes de la Nueva España: la blanca, la indígena y la negra, esta clasificación estaba relacionada en parte con la preocupación española por la llamada limpieza de sangre.
Este género de pintura era una respuesta estética al sistema de castas: una celebración acaso de la diversidad de las colonias pero también una reafirmación de jerarquías sociales basadas en categorías raciales.
A los mestizos no se les reconocía como tales, o se les tomaba por españoles o por indígenas, sin ser aceptados totalmente dentro de ningún grupo. Los indígenas no tenían derechos, eran marginados por unos y otros, haciéndolos pasar como la peor clase, siendo ellos los verdaderos dueños de la tierra.
Mientras la sangre estuviera más mezclada su condición social y económica decrecía, no tenía posibilidades de rangos altos en el gobierno y se les pinta como una familia de problemas psicológicos y económicos, no se les consideraba "gente de bien".
El más sobresaliente en la pintura de Castas fue Miguél Cabrera, un pintor mexicano que realizó 16 pinturas de las principales castas en ese tiempo de la Nueva España.
La realización de estas pinturas se debió a la curiosidad del el rey Carlos III por conocer el desenvolvimiento del mestizaje y sus resultados, puesto que tenía una gran afición por los cuadros de castas a los que calificaba precisamente como "curiosidades" americanas.
Las pinturas demuestran generalmente una pareja y el producto de su unión, un niño o una niña, en diversas actitudes, ámbitos sociales, vestidos y comportamientos. La pareja se deriva de las tres razas más importantes de la Nueva España: la blanca, la indígena y la negra, esta clasificación estaba relacionada en parte con la preocupación española por la llamada limpieza de sangre.
Este género de pintura era una respuesta estética al sistema de castas: una celebración acaso de la diversidad de las colonias pero también una reafirmación de jerarquías sociales basadas en categorías raciales.
Fuente: http://www.youtube.com/watch?v=kCXTfc6SNZs
Transcripción por Hiromi Hara.
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