miércoles, 12 de septiembre de 2012

Malinche/Malintzin/Doña Marina



La Malinche, es probablemente uno de los personajes más controvertidos en la historia de la conquista mexicana. Algunos piensan que fue una traidora y vendida, otros dicen que fue una víctima, mientras hay quienes la recuerdan simbólicamente como la madre de los primeros mestizos mexicanos. 
La historia de Malintzin, la Malinche o Doña Marina arrastra aún mucho de leyenda. Se sabe que sus padres fueron señores y caciques de un pueblo en Veracruz, al sur de México. La madre, al quedar viuda, cedió a su hija como esclava a los caciques mayas de Tabasco, quienes se encontraban defendiendo su territorio ante los avances del conquistador español Hernán Cortés. Al ser derrotados, entregaron el usual tributo de guerra: alimentos, mantas, joyas y veinte esclavas. Una de ellas era la Malinche.
Luego de bautizarla como Marina, Cortés descubrió que hablaba maya y náhuatl, lo que era de enorme utilidad para entenderse con los líderes indígenas. Además, ella no tardó en aprender el castellano, con lo que se convirtió en la inseparable persona de confianza del conquistador. Le explicaba las formas de pensar, las costumbres y creencias de los nativos, lo que fue un factor decisivo en el triunfo de Cortés. Fue su intérprete, su secretaria personal y su amante. 
Una vez que México había sido conquistado para la Corona española, Cortés, antes de irse, no quiso dejarla sola. La casó con un teniente de Castilla, Juan Jaramillo, con quien tendría otra hija, María. Poco tiempo después, en 1529, una epidemia de viruela acabó con la vida de Marina. Tenía 27 años. Sin duda Malinche jugó un papel importante en el encuentro de dos civilizaciones. Cortés llegó a afirmar que "después de Dios, debemos la conquista a Doña Marina".

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