lunes, 5 de septiembre de 2011

Cielos Precolombinos

Muchas de las civilizaciones antiguas (no solo las mesoamericanas) sostenían que al morir se debían superar o enfrentar diversas situaciones en las que se le ponía a prueba al individuo y del resultado mostrado durante estas se decidía si era digno o no de morar en el mas allá.

Entropía y Muerte en el mundo Náhuatl

Los nahuatls creían en el morir a tiempo para no morir del todo, antes de que el envejecimiento consumiera totalmente el ser, permitía regenerarlo en el vientre fecundo de la madre-tierra.

Mayas

Para ellos el universo era una entidad inestable pero predecible en la que los seres humanos vivos ocupaban una posición predeterminada. Creían que el mundo y sus habitantes existían de acuerdo con una sucesión de ciclos de creación y destrucción, cada uno de 5,200 anos de duración. Este universo de los mayas poseía una estructura triple, con el cielo en la parte superior, la Tierra y por ultimo el temible inframundo.

En la cosmología maya, el reino del cielo se caracterizaba por su inmutabilidad y estabilidad, de las que se responsabilizaban unos árboles cósmicos (árboles que soportaban el peso del mundo en sus cuatro esquinas, así como el Árbol del Mundo del centro, esto también formo parte de varias de las culturas mesoamericanas). Esta esfera de la existencia se dividía en trece niveles distintos, cada uno de los cuales se encontraba al mando de un dios, Los mayas creían que toda persona tenia que morir de muerte violenta si quería acceder al cielo en el mas allá, de modo que cada uno de esos estratos estaba reservado para un tipo diferente de muerte violenta (las victimas de sacrificio tenían su propio nivel, o por ejemplo los que eran alcanzados por un rayo o ahogados moraban en el nivel en el que reinaba Chac, el dios de la lluvia).

Esta concepción estratificada del universo estaba tan arraigada en la mentalidad de los mayas que acostumbraron a construir su templos y santuarios en lo alto de unas pirámides o en lo alto de una montana para que las ceremonias se erigieran mas cerca del reino divino del cielo.

En la base de esta estructura cósmica se encontraba el reino del inframundo, Xibalba (lugar del terror). Este a su vez contaba con nueve niveles, cada uno con sus correspondientes divinidades (Muan era uno de ellos por ejemplo, a quien se le relacionaba con la forma de la lechuza, así como con el maíz y la lluvia)

Xibalba era el destino que aguardaba a la mayoría de las personas al morir. Una particularidad de las sociedades mesoamericanas es que no se establecía relación entre moralidad y la vida en el mas allá. Es decir en el mundo de ultratumba de los mayas no era un lugar reservado para los pecadores, si no la morada definitiva de todo aquel que había muerto de manera violenta.

De aquí surge el hecho de que a los nobles, reyes y sacerdotes que tenían una muerte pacifica se les enterrara en pirámides de nueve niveles, estos simbolizaban los diferentes estratos de Xibalba.

Una vez que se accedía al inframundo, se tenia que hacer frente a toda una serie de juicios y pruebas en los que había que deshacerse de los maléficos dioses que poblaban este reino. DE salir victorioso, el fallecido podía acceder en ultima instancia al cielo en la forma de un cuerpo celestial.

Aztecas

Fueron los herederos de una tradición formada por un sinfín de culturas anteriores. Concibieron un universo dividido en tres estratos. Pero de los legados recibidos, el que experimento un mayor auge entre esta aristocracia fue el de los sacrificios humanos, que los aztecas consideraban indispensables para contentar a los dioses y conjurar los desastres.

§ Los trece niveles del cielo

El cielo de los aztecas constaba de trece hemisferios dispuestos en sentido ascendente desde la superficie de la Tierra. En el mas alto de todos, que se llamaba Omeyocán, vivía Ometeotl, el ser supremo, consagrado eternamente a crear, organizar y mantener el mundo con su aliento sagrado.

Por debajo de la superficie de la tierra estaba Mictlán, el inframundo, obra de los hijos de Omeyocán. Los tres niveles del universo (el cielo, el inframundo y la superficie de la tierra) convergían en el centro del mundo, Tenochtitlán, capital de los aztecas. Se tenia la creencia que de ser conquistada esta ciudad o de caer

Enrique Salvador Lopez

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