Los cielos fueron un misterio para las culturas precolombinas. Fueron grandes observadores de los astros, y algunas civilizaciones desarrollaron grandes conocimientos en astronomía, que aún hoy en día se consideran muy complejos para su tiempo.
Esta observación, y el asombro que les causaba, fue cuna de varias leyendas y mitos, y por ende, de grandes descubrimientos y avances. De hecho, muchas construcciones están basadas en los patrones de las estrellas, el sol o la luna, así como algunos rituales se basan también en ellos.
Xochicalco, Morelos |
El entender cómo se comporta el cielo se convirtió en una especie de culto re ligioso valorado como de excepcional trascendencia en Mesoamérica. Además, derivado de este culto astronómico, fue posible desarrollar un eleme to cultural fundamental para cualquier civilización: el calendario.
Este esquema de organización del tiempo es un producto netamente cultural, representa en sí un modelo preciso para describir los periodos de observación de algún objeto celeste. Por supuesto, esta actividad alta men te especializada estaba reservada a la clase sacerdotal.
México tiene 27 sitios en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO y la mayoría son sitios arqueológicos que además tienen elementos astronómicos, comprobándose que las culturas prehispánicas construían ciudades mirando al cielo o, por decirlo de otra manera, hacían el cielo en la tierra con sus edificaciones, cuyo ejemplo es Xochicalco, en donde cada determinado tiempo se reunían los sabios astrónomos de las culturas de Mesoamérica para fijar sus calendario.
El cielo significó un aliciente para el espíritu del hombre mesoamericano, gracias a este magnífico estímulo visual su mente analítica pudo ejercitarse y acercarse a entender mejor el funcionamiento de la bóveda celeste. Al mismo tiempo se congració con sus dioses inalcanzables y obtuvo la certeza de que este culto celeste propiciaría obtener de ellos los favores necesarios para su existencia.
Fuentes:
http://www.aventur.com.mx/imagenes/z_xochicalco.jpg
El cielo significó un aliciente para el espíritu del hombre mesoamericano, gracias a este magnífico estímulo visual su mente analítica pudo ejercitarse y acercarse a entender mejor el funcionamiento de la bóveda celeste. Al mismo tiempo se congració con sus dioses inalcanzables y obtuvo la certeza de que este culto celeste propiciaría obtener de ellos los favores necesarios para su existencia.
Fuentes:
http://www.aventur.com.mx/imagenes/z_xochicalco.jpg
http://www.alumno.unam.mx/algo_leer/feb_1_2011.pdf
http://www.astronomia2009.org.mx/historicos/historicos-pre.htm
http://www.oem.com.mx/esto/notas/n1028688.htm
Yadai De la cruz
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